viernes, 4 de marzo de 2011

Susurro disuelto

Afuera está lloviendo
y me parece que estás despierta,
hay un sutil toque violento
en cada exhalación repetida
que marca el ritmo de tu sueño.
Mientras, tus ojos titilan
y tu aliento se vuelve piedra,
una gota escondida
se arrastra con empeño
resistiendo su caída
por el vidrio de tu espejo.
Y si afuera está lloviendo
yo sé que estás dormida,
porque tu sueño es el mío
y en cada gota suicida
muere un poco de mi anhelo
y revive una parte de tu día.
El cielo gris se convierte
en una profunda cortina,
es el telón de tu terreno,
el que cae tras tu huida
ocultándote del suelo,
de la luz, de la envidia,
cual sábana mortuoria,
sudario o funda maldita
que te envuelve en un rosario,
en un concurso de letanías;
y ya no es tu mano la que alcanzo
(y yo sé que estás dormida).
Sé que hay un rito esperando,
una cueva que grita.
Allá va tu helado cuerpo
y por acá se escapa tu vida,
pero yo sé que no has muerto,
simplemente estás dormida,
y afuera está lloviendo
para que no se vea tu partida;
y hay un susurro disuelto
una llama que vacila
y un ángel despierto.
Por el aire vuelas dormida
y en tu sueño hay un cortejo
que tu vida entera recita,
son zapatos humedecidos
y flores que caminan;
y al final del sádico cuento
no hay moraleja escondida,
sólo silencio y encierro,
lluvia y flores y mentiras.

1 comentario:

  1. "En el aire conmovido mueve la luna sus brazos
    y enseña, lúbrica y pura, sus senos de duro estaño." Espectacular, Poeta. Espectacular. Huye luna, huye, huye; si vinieran los gitanos te encontrarán sobre el yunque con los ojillos cerrados. ¡Bárbaro! No hay moraleja escondida, sólo silencio y encierro, lluvia y flores y mentiras. ¡Bárbaro!

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